El gran vestíbulo, cuyo diseño debemos a Henri Gautruche y decoración al arquitecto-decorador Michel Dufet, es inaugurado en 1961, con motivo del centenario del nacimiento del artista. Esta primera ampliación de las superficies de exposición marca una etapa esencial en la vida del museo. Una nave de hormigón de amplias proporciones acoge la obra monumental del artista, grandes modelos de escayola reunidos en una presentación sobrecogedora. El vínculo entre este «templo moderno» y el núcleo del museo, formado por los antiguos talleres y el apartamento, se materializa en forma de galería de ladrillos procedentes de Montauban, ciudad natal del artista. Las arcadas de este peristilo dan a un jardín de esculturas donde el visitante encuentra los bronces más conocidos de Bourdelle.